viernes, 27 de abril de 2012

¿ Y PARA QUÉ?


 Las cosas están mal. Y van a empeorar. Eso lo pensamos y lo decimos muchos. Naturalmente ya nos gustaría creer, ver o simplemente intuir que hay alguna luz en el horizonte. Por ejemplo una velita podría encenderla, si gana las próximas elecciones, Hollande, el candidato socialista francés. Depende, sobre todo, de lo que haga. Por el momento sólo ha dicho algo. Tendrá que avanzar, que del dicho al hecho, hay un trecho.
Pero bien, algo es algo. Como lo es la semilla plantada por el 15 M. Como lo puede ser el acuerdo alcanzado por el PSOE e IU en Andalucía. Programa, programa, programa...
Por otra parte parece, según recogen las últimas encuestas, que decrece el apoyo popular hacia el Partido Popular. Y eso que sólo llevan cuatro meses en el machito. Eso sí, vaya cuatro meses. Han entrado como elefante en cacharrería ajena (con perdón de los elefantes, últimamente bastante ultrajados y perseguidos), y no han hecho más que empezar. Recortes, perdón, quiero decir ajustes: sueldos a la baja con más horas de trabajo, despidos a la carta, naufragio de toda clase de servicios, incluyendo la educación y la salud, amnistía fiscal para los defraudadores, subida del IVA en el horizonte y un empeño digno de cualquier dictadura bananera (o franquista) por llegar a culpabilizar y encarcelar no sólo a quienes se manifiesten de forma violenta, que tiene su pase, sino a cualquiera que convoque esas protestas...
Decíamos entonces que las cosas van de mal en peor, pero que quizá, que tal vez, que puede que algunas cosas puedan cambiar en el futuro.
El signo, por ejemplo, del partido en el poder. Claro, si el PP pierde apoyos y aún perderá más con su aplicación de los dictados financieros-merkelianos, y con el incumplimiento total de su propio programa electoral, puede que no dentro de dos siglos, ni de doce u ocho años, sino de cuatro, cambien las tornas y el rechazo frontal a sus políticas devuelva el poder al PSOE.
¿Y para qué?
O sea, tendrían que votar a los socialistas unos cuantos millones de españoles, incluidos sus militantes desengañados o críticos, que no lo han tenido tan claro últimamente, los desencantados y desconcertados que desde luego no lo han hecho en las últimas consultas. Y así sucesivamente.
¿Y para qué?
¿Para hacer lo mismo, solo que con remordimiento de conciencia? ¿Para aplicar los dictados financieros-merkelianos al uso? ¿O es que me equivoco si recuerdo que quien inició el camino hacia el abismo fue el gobierno de Zapatero, del que formaban parte, es sólo un apunte, Rubalcaba y la dulce Chacón?...

Bueno, ¿y por qué tanto para qué? Lo quiero contar porque, además de inspirarme esta parrafada, me resultó entrañable y luminoso. Comíamos juntos un grupo de amigos entre los que algunos han cultivado rosas, incluso en puestos de responsabilidad política. Y la conversación llegaba a las encuestas, al posible deterioro y caída de la imagen y apoyos del PP. Alguien comentó entonces, que todo apuntaba, lo decíamos antes, a una posible y rápida vuelta al gobierno del PSOE. Y entonces, uno de ellos, alguien que en su momento llevó y mereció la vara de la libertad, dijo:
¿Y para qué?
Y el eco respondió:
¿y para qué?

(Entenderéis que hoy no acabe con música o poesía, hoy sólo hay que contestar a la pregunta).

Salud.

viernes, 13 de abril de 2012

SALUD

Poco hay que añadir al título.
Si acaso una palabra más.

En realidad no es sólo una palabra,
ni únicamente una bandera.
Tampoco un simple recuerdo histórico,
por más que la época que representa
estuviera llena de esperanzas
y supiera a primavera.

Cierto,
primavera difícil,
con lluvias y truenos,
pero primavera al fin y al cabo.
Con las flores dispuestas
a convertirse en fruto.

Decía entonces,
que es más que una palabra,
que no sólo son colores,
que no me quedo en su recuerdo. 
Que no me basta el pasado, 
ni siquiera el hoy por hoy, 
que camino hacia el mañana.

Por eso creo, 
que la salud de mi pueblo,
tan jodida, tan dañada,
para echar a andar precisa
de su esencia y de su forma.

Que palabra por palabra,
democracia exige y comienza por república.
Y que nuestra propia salud
exige y comienza por república.
Y luego, lo decía, 
ya andaremos.

Así que, amigos, nada más y no es poco:

SALUD Y REPÚBLICA







viernes, 6 de abril de 2012

ORACIÓN PARA LA SEMANA SANTA



Yo también, quizá, podría escribir los versos más tristes esta noche. O más santos. Resulta que esto es un viernes santo y triste, por definición. Mañana será sábado de gloria. Y tanta gente sin enterarnos, sin vivirlo mayormente. Y mientras, el papa, dale que dale en el Coliseo, y las sevillanas llorando. Llorando en cualquier caso. Porque sale la procesión y porque no, igualmente. Sólo que entonces llora también el cielo trianero. ¡Ay de mi, hijos del agobio!...
Algo telúrico debe tener la túnica de Antonio Banderas. También el Sabina hablaba siempre de su traje de cofrade. Con Andalucía hemos topado amigo Sancho. Y con la legión también, que la cabra desfila como nadie por las calles de Málaga.
Los penitentes arrastrando cruces. Cadenas llevaban algunas señoras de negro y con peineta, recuerdo, y luego no podías dormir. Penitencia, pecado, pecado, penitencia.
Y las procesiones que van y vienen. Palencia, Cuenca, Valladolid, Logroño sin ir más lejos, con su alcaldesa al frente, enjabonando el sepulcro del señor (perdón por la minúscula), o llevando la vara mayor de cofrade, que no le basta con la suya, de ciudadana mayor; que no encuentra, a la vara cofradil, incompatible con la otra (no con su fe –con su pan se lo coma- sino con el cargo de representar también a ciudadanos creyentes en otras religiones o ideas, o en nada), San Vicente de la Sonsierra en la tele de todos, una vez más, salpicando sangre alrededor, devolviéndonos a la edad media por un rato, que luego en la bodega las chuletas, con vino de Rioja, saben mejor.
¿Quo vadis?...
Los unicornios, o capirotes (¿porqué se dirá “tonto de capirote”?), miles y miles avanzando, parando y retrocediendo en el espacio, quién sabe si también en el tiempo. Los bicornios del tropel de curas que por un día, y sin que sirva de referencia, tienen rebaño y audiencia para dar y tomar. Los tricornios de gala de la guardia civil caminera y escudera de  carrozas, pasos y tronos.
¿Devoción? ¿Fiestas populares? ¿Arte sacro? ¿Turismo?
Un revoltijo de ideas y palabras, lo dicho, podría escribir las palabras más tiernas y más duras esta noche, para luego musicarlas y hacer una oración para la semana santa, o algo parecido, o quizá no…

(Oración para la Semana Santa, de Carmen, Jesús e Iñaki. La grabamos en el segundo LP, que decíamos entonces, el titulado “Iregua”. La letra era de un tal Manolillo “el pollero” que tenía otras igualmente agudas, aunque sin capirotes. El milagro de la transformación de la canción en video y su ascensión a los cielos de youtube se lo debo a mi hijo Pablo, que la penitenciéis con salud)…