No sólo autocrítica. Perdón, duro
y puro. Es lo que piden unos cuantos militantes del PSOE a los ciudadanos
españoles en general y a sus votantes en particular.
¿Por qué? Por todo. Por el
disparate que desde una ideología socialista supuso gestionar durante años los
intereses del mercado financiero mundial y europeo. Permitiendo que la burbuja
inmobiliaria se hinchase hasta reventar. No reconociendo la crisis que llegaba
y sus causas reales. No aceptando las alternativas presentadas por muchos
técnicos y economistas (como Vicens Navarro, Sampedro, Alberto Garzón, Carlos Taibo y tantos otros). Ni las pancartas del 15M. Obrando
al dictado de la banca europea, alemana en particular, en contra de los
trabajadores (recortes y reforma del mercado laboral), contra los funcionarios
en particular (rebajando el sueldo en el 5%)... Guardando en el cajón de lo
imposible la Ley de libertad religiosa...
Dilapidando en suma la confianza
enorme que muchos españoles, jóvenes especialmente, depositaron en Zapatero en
su primera legislatura, cuando las bombas islamistas dinamitaban además la
credibilidad y honestidad del Partido Popular.
Recuerdo una cena, en aquellas
fechas, en que lo comenté con unos cuantos dirigentes socialistas, locales,
regionales, nacionales incluso. (Asistían también otros responsables de
sindicatos y otros partidos de izquierda). Al PSOE les habían votado hasta los
jóvenes que no pensaban votar. Me constaba en algún caso y así lo dije. “Os
pedirán cuentas”... Aunque alguno no lo entendió entonces, así ha sido. Y de
qué manera...
Ese perdón, esa autocrítica, la
hacen ahora militantes del PSOE. Y, a pesar de las dudas suscitadas sobre su
credibilidad, oportunidad y cualquier otra palabra acabada en dad, no está mal que se produzca, sobre todo si el
acto de contrición lleva aparejado el de propósito de enmienda... (Hombre,
cierto que se echa en falta en el vídeo alguna persona de más enjundia,
Rubalcaba quizá, el mismo Zapatero, César Luena, ¿por qué no? "Pido perdón"...)
¿Y qué piensan de todo esto los
dirigentes locales, regionales y nacionales del PSOE en La Rioja? Convendría
que alguno dijera algo. Que recordaran por ejemplo los gastos superfluos,
faraónicos incluso que se han llevado a cabo en los últimos cuatro años desde
el Ayuntamiento de Logroño (gobierno socialista-regionalista). ¿Cuánto costó
cultivar lechugas cabe el parlamento? ¿O reconstruir locales sin saber muy bien
para qué o quién los llegaría a utilizar? ¿Y el trato con los propios
funcionarios? ¿Podríamos hablar de ninguneo, cuando no de desprecio hacia los
mismos? ¿Que exagero?, pues es lo que dicen los aludidos. Y hay otras cosas.
Nada como convertir a las asociaciones vecinales en comparsas de la procesión
de la Virgen de la Esperanza, todo sea por la separación Iglesia-Estado. O no
cumplir los acuerdos que la propia Comisión municipal de cambio de calles había
aprobado, todo un guiño a la Memoria Histórica. O mantener un concurso de
novela que nació tan huérfano de cimientos literarios como sobrado de soberbia
económica y oropeles mundanos...
Seguramente hay más cosas que
nuestros amigos del PSOE local (y por supuesto regional) pueden incluir en esa
autocrítica previa a la presentación en sociedad de un nuevo programa (a nivel
local, regional y nacional). De una alternativa creíble y defendible. (Al
menos, y en principio, por todos ellos, que las dudas y rechazo suscitados en
el resto no van a ser nada fácil de olvidar).
Supongo que en ello están aunque
no sea más que para frenar la caída libre que sus siglas, y toda una historia
de esfuerzos, sangre y sacrificios, viene sufriendo. Más todavía si creen que
su partido tiene todavía sitio y algo que ofrecer en el presente y futuro, como
tuvo en el pasado, de este País.
Repito, que la crítica no es mía
ni de cuatro rojillos resabiados (por más que muchos ya veníamos haciéndola).
Que es de los propios militantes del PSOE. ¿De todos o de unos pocos? Ellos
dirán. De momento aquí abajo podemos escuchar a los que ya lo están haciendo.
Y permitidme hoy que al grito de
resistencia y acción, añada y recuerde el de Socialismo y Libertad, que
decíamos hace muchos años, socialistas y comunistas (juntos aunque no
revueltos) en este País.